He venido a vaciar mi pequeñez en las olas

Escritura a la contra de sí misma. En cauteloso minimalismo, Olga Bula somete la palabra a un minucioso trabajo de zurcido, lavado y fumado. Luego, como vieja calillera esconde bajo la lengua su calilla y enhebra un enigmático cortejo de implícitos, desplazamientos, pasadizos, inversiones, sutilezas, entresuelos. Tensada entre la contención y el desborde, el nomadismo del deseo fuga hacia otros lugares del lenguaje.

Rómulo Bustos Aguirre

Poeta

En este libro la noche es luz y el día presunción de sombras y voces guardadas desde la infancia; los signos se persiguen inquietos entre sí hasta revelar el contrapunto. Cuando el poema afirma la belleza, una ausencia inesperada deja en nosotros su temblor. Sobre una música adusta y contenida, estos poemas vuelan y rozan el misterio de un signo que no cesa y nos hiere.

María Clemencia Sánchez

Poeta